Tras lo acontecido durante el año 2009, parecía que este año, al que estamos a punto de despedir, iba a suponer un punto de inflexión y mejora para el Real Zaragoza al dejar de lado los sustos del pasado. Sin embargo, los tozudos hechos han provocado que los zaragocistas volvamos a darnos de bruces con la cruda situación en la que está instalado nuestro querido equipo en los últimos años, y a que podamos calificar, sin lugar a dudas, el año 2010 como Annus horribilis del Zaragocismo.
En la vertiente económica, el año 2010 no ha podido ser más aciago. La gestión de Agapito Iglesias y sus directivos ha situado al club al borde de la quiebra técnica. Así, mientras en 2009 la deuda ascendió a 73,3 millones de euros y el déficit de la temporada 2008-2009 fue de 2,5 millones, según las cuentas aprobadas en diciembre del año pasado, en 2010 la deuda reconocida ha alcanzado la cifra record de 107 millones y la temporada 2009-2010 ha registrado un déficit, también record, de 31 millones de euros. El famoso plan de viabilidad, presentado por el máximo accionista, ha hecho aguas con apenas un año de vida. La actualidad zaragocista ha estado plagada de noticias relativas a embargos de la Agencia Tributaria, denuncias por impago por parte de diferentes clubes del panorama europeo y negociaciones in extremis con jugadores, entidades de crédito y proveedores para evitar el desastre económico. Todo ello ha incrementando la ya de por sí crónica inestabilidad que reina en el club en los últimos años, a la vez que ha lastrado las posibilidades de conformar una plantilla de garantías que permita al equipo competir en Primera División sin grandes sustos.
En cuanto a la situación deportiva, el Real Zaragoza acabó el año 2009 en el penúltimo puesto de la clasificación de Primera División y, por tanto, en zona de descenso, con 12 puntos. Por su parte en el 2010 ha acabado siendo el colista de la liga, con una sola victoria en 16 encuentros y habiendo conseguido únicamente 10 puntos de 48 posibles, dos puntos menos que los obtenidos el pasado año con una jornada disputada menos. En ambas temporadas fue eliminado en primera ronda de la Copa del Rey, algo que para desgracia de los aficionados zaragocistas, se ha convertido tristemente en toda una tradición en nuestro club. En la retina de los aficionados blanquillos quedarán, tal vez para siempre, momentos como los cinco goles marcados por el Málaga en La Romareda en poco más de 30 minutos, récord en la historia de la Liga, las continuas derrotas en casa o la incapacidad de su equipo para siquiera crear ocasiones de gol. Sin lugar a dudas, la actual plantilla del Real Zaragoza puede haberse ganado el dudoso honor de ser la peor de su historia, estando a años luz de otras de equipos mucho más modestos en historia y presupuesto de la liga española. De nuevo la solución adoptada por el máximo accionista ha sido la de cargar las culpas sobre el cuerpo técnico, desviando las miradas de las verdaderas causas del desastre. La improvisación en la faceta deportiva ha sido la tónica durante todo el año 2010. Se comenzó el año con una revolución que impidió el descenso, pero de nuevo se volvieron a caer en los errores del pasado al conformar en verano una plantilla escasa de efectivos y calidad suficientes para poder competir en Primera División. De nuevo el año termina con rumores de posibles fichajes, de una necesaria nueva revolución deportiva que impida un nuevo descenso a Segunda. Sólo el tiempo dirá si dichos fichajes se concretan y no sucede como en el periodo estival cuando los jugadores pretendidos marchaban hacia equipos que hasta hace unos años jamás habrían siquiera soñado en competir en fichajes con el Real Zaragoza.
Pero sin duda lo más preocupante en cuanto a lo sucedido en el año 2010 ha sido la profundización de la fractura social existente en el Zaragocismo. El clima de desconfianza generado por los continuos engaños a los que nos viene sometiendo Agapito Iglesias, la nefasta gestión, las constantes decepciones deportivas, los bandazos institucionales, entre otras causas, han provocado la generalización de un sentimiento de apatía y pasotismo entre la afición con respecto a la marcha general del equipo. La ausencia de signo alguno de protesta por la gestión realizada en el último partido de la pasada temporada ante el Villarreal es prueba significativa de ello, algo que se ha hecho todavía más palpable en la actual temporada con abandonos significativos del respetable en momentos muy tempranos de ciertos compromisos ligueros con marcadores muy adversos para el Real Zaragoza. En este sentido, parece que llueve sobre mojado, con continuos desprecios hacia una afición que demuestra de esta manera silenciosa su más que hartazgo ante una situación que solo hace que empeorar jornada tras jornada. Un ejemplo muy significativo de los muchos que podemos citar en este sentido lo encontramos en la lamentable organización del Trofeo Ciudad de Zaragoza - Memorial Carlos Lapetra, que por deseo de la familia del homenajeado dejará de llevar su nombre en las próximas ediciones ante la dejadez, falta de interés y respeto demostradas por el club a la figura del que sea posiblemente el zaragocista más importante deportivamente hablando de toda su historia.
Por último y en lo que nos toca, el nacimiento del Movimiento Avispa a lo largo del pasado mes de Septiembre puede considerarse un punto positivo en la actual situación, al haber permitido aunar en torno a unos colores – amarillo y negro - denostados por los actuales responsables del club, tanto la protesta a una nefasta gestión como la necesidad de apoyo a un equipo que todos amamos profundamente. Tal y como los propios medios de comunicación han expresado en diversas ocasiones, el Movimiento Avispa se ha erigido, de forma silenciosa pero eficaz, en el gran impulsor y coordinador de la protesta ante el estado de apatía actual y la falta de iniciativa por parte de otros sectores del Zaragocismo a este respecto. Como hito más importante cabe destacar la aparición del “Manifiesto por la Salvación del Real Zaragoza” con 72 organizaciones firmantes (66 peñas zaragocistas y 6 colectivos) y más de 1.450 adhesiones individuales, como punto de partida de la conformación de un frente unitario de todo el Zaragocismo en pos de la salvación de la entidad. Parece obvio que la protesta no puede acabar aquí, por lo que el Movimiento Avispa continuará con su compromiso y actividad de la misma manera que hasta ahora en tanto y cuanto las causas de esta lamentable situación sigan estando latentes y poniendo en peligro la existencia de nuestro querido Real Zaragoza.
Desde el Movimiento Avispa sólo nos queda desear a todos los Zaragocistas lo mejor para el Nuevo Año 2011 y esperar que este sea el del tan necesario cambio en el Real Zaragoza para lograr la salvación de nuestro equipo. Que a nadie le quepa duda, estamos deseando celebrar las victorias de nuestro Real Zaragoza con nuestra bufanda avispa en mano, animando al equipo para que continué en primera, pero también para decirle a los del palco que nos mantenemos firmes en nuestro empeño de revertir la situación.
Movimiento Avispa