TEXTO LEIDO POR PEPI COSO EN LA CONCENTRACIÓN DEL 12 MARZO 2010
¡Zaragocistas!
Estamos aquí movidos por el espíritu que, desde el primer rugido del león en Torrero, se ha ido transmitiendo a través de generaciones y nos fue entregado gracias al valor, entusiasmo y esfuerzo de aquellos que nos precedieron.
Somos depositarios de un brillante legado y por eso acudimos a la llamada del león en su momento más difícil. Juntos conocimos la gloria y la amargura sin perder nunca una identidad que ahora se ve amenazada.
¡Zaragocistas!
Conocemos los hechos, es tiempo de actuar.
Actuar en defensa de un club -¡nuestro club!- que nos necesita. Nos necesita dentro de La Romareda, durante los 90 minutos de cada partido restante para llevarlo en volandas, ahora más que nunca, hacia la salvación esta temporada. Pero también nos necesita aquí, combatiendo un negro futuro y a quienes nos han llevado hasta el borde del precipicio.
Por ello exigimos la salida del club de su máximo accionista y principal responsable de la nefasta gestión que nos ha colocado en una situación de vida o muerte.
El zaragocismo se defiende en la grada y en la calle, día a día, en todo momento y lugar, no tras un nombre o una posición. Somos nosotros quienes acudimos a la llamada. Nosotros quienes, hombro con hombro, damos la cara por este club y su futuro.
¡Zaragocistas!
Nosotros, todos, somos el alma del Real Zaragoza. La razón de su existencia, su aliento y corazón. Es nuestro derecho y también nuestra responsabilidad alzar la voz en tiempos aciagos, plantando cara a la adversidad y exigiendo que 78 años de historia no queden reducidos a cenizas por la desidia de aquellos que pueden salvarlos.
Juntos, nuestra voz se fortalece para lanzar una llamada de auxilio. Para pedir a las instituciones que no nos abandonen en este trance. Porque el riesgo es real y esta ciudad ya conoce el dolor de perder un estandarte en el Club Baloncesto Zaragoza. No permitamos que eso pase.
Es el momento de tomar partido. Para nosotros no llegará el día en que, al volver la vista atrás, nos lamentemos por no haber hecho lo suficiente por el Real Zaragoza cuando estuvo en nuestra mano.
¡Zaragocistas, es nuestra hora!
Animemos sin descanso a nuestro equipo. Exijamos a instituciones y entidades que actúen asegurando su existencia. Luchemos por nuestra identidad y el futuro digno de nuestro legado. Y en defensa de este sentimiento, empeñemos nuestras fuerzas, nuestra determinación, nuestro orgullo y nuestra inagotable energía para gritar todos juntos a una sola voz:
¡AÚPA EL REAL ZARAGOZA SIEMPRE!
