Ante la noticia publicada en el día de hoy por la que el Real Zaragoza solicitó ayer acogerse a concurso voluntario de acreedores por insolvencia, el Movimiento Avispa, quiere en primer lugar lamentar que se haya llegado a esta situación que no obstante supone simplemente el reconocimiento "oficial" de un hecho que ya en nuestro artículo "La Herencia de Agapito" publicado el pasado mes de abril (http://movimientoavispa.blogspot.com/2011/04/la-herencia-de-agapito.html) pusimos de manifiesto, la dramática situación económico-financiera de la entidad y su imposibilidad a corto y medio plazo de hacer frente a sus compromisos de pago. Nuestro querido club lleva años sumido en una situación propia de concurso de acreedores no reconocido, por lo que la solicitud en cuestión puede calificarse como natural e inevitable.
Más allá de esto, la solicitud de concurso de acreedores representa el reconocimiento público, de manera clara y definitoria, de la desastrosa gestión llevada a cabo por Agapito Iglesias y sus colaboradores, presentes y pasados, y provoca entre los zaragocistas un gran bochornoderivado de la vergüenza que supone el hecho de que una entidad cuasi octogenaria tenga que acudir a estos resortes legales para asegurar su supervivencia.
Denunciamos asimismo que quien nos ha llevado a esta dramática situación, Agapito Iglesias, ni puede ni debe ser el que nos saque de la misma. En este sentido hay que tener en cuenta que, en caso de que la solicitud de concurso sea aceptada por el juzgado correspondiente, Agapito Iglesias seguirá teniendo un control importante de la gestión diaria de la entidad, a pesar de la tutela ejercida por los administradores concursales designados al efecto. Manifestamos que existe la posibilidad legal de que en este proceso se aparte a Agapito Iglesias de la dirección del club por parte del juez competente, algo que consideramos seria positivo para el Real Zaragoza. En todo caso, y si esto no fuese así, sería necesario al menos que se de un giro de 180 º de forma que Agapito Iglesias de un paso atrás y permita a gente capacitada y competente pase a dirigir el club lo antes posible.
No podemos estar contentos con esta nueva situación ya que la entrada en concurso de acreedores supone el reconocimiento expreso de la existencia de cierta posibilidad de riesgo de que la SAD no tenga viabilidad futura y por tanto lleve a la desaparición del Real Zaragoza. La entrada en concurso de acreedores, a diferencia de como se está explicando desde el propio Real Zaragoza, no supone en absoluto que los problemas se hayan acabado y vaya a empezar una "nueva etapa ilusionante" para nuestro club. El Zaragocismo tiene que entender que le espera una camino duro en el que las estrecheces en lo económico y el racionamiento de lo futbolístico van a ser el pan nuestro de cada día en los años venideros. En este sentido, si tan ilusionante es este "nuevo" futuro, como dice la dirección de la SAD, nos preguntamos ¿por qué no se hizo antes? Resulta al menos llamativo el momento elegido y la tardanza en llevar a cabo este paso que se considera tan positivo desde las cúpulas del club pero que en épocas pasadas recientes se calificaba como la última opción.
Como aspecto positivo encontramos que el concurso de acreedores pueda arrojar algo de luz a muchas cuestiones que han estado rodeadas de secretismo y hermetismo en torno a la gestión del club, entre las que cabe destacar a donde ha ido a parar la ingente cantidad de dinero obtenida por traspaso de jugadores, cuales han sido las fuentes de la gigantesca deuda actual, que hay detrás de todo el entramado societario paralelo creado en torno al Real Zaragoza, etc.
Finalmente queremos señalar que con esta noticia, lo que parece más que evidente es que al al Zaragocismo le queda por vivir, en el mejor de los casos, un largo Via crucis, donde la viabilidad final del club pasará exclusivamente por hacer de manera excelente las cosas, tanto en el plano deportivo como en el económico e institucional, algo que resulta totalmente imposible con Agapito Iglesias al frente de la entidad. Así habrá que encomendarse a todo el santoral para que desde la dirección deportiva, que esperamos sufra una completa renovación, se acierte en los fichajes, que deberán además tener coste cero o muy bajo, que los futuros administradores concursales tengan el tino de saber gestionar un club de fútbol con toda su complejidad y particular idiosincrasia, así como que los acreedores de la entidad tengan la suficiente generosidad para permitir la viabilidad de la entidad.
Parecen muchos interrogantes como para ser tan optimistas como los dirigentes de la S.A.D. acerca de un futuro del Real Zaragoza y del Zaragocismo, hoy más si cabe, se hace necesaria una mayor información, comunicación y transparencia sobre las actuaciones de la entidad.
Movimiento Avispa.