Señor Iglesias
Acaba de usted de presentar a todos los accionistas presentes en esta
Junta, y gracias a la presencia aquí de los medios de comunicación, al conjunto
de la masa social zaragocista, su informe de gestión y las cuentas anuales correspondientes
al ejercicio 2011/2012.
Este ejercicio, sin duda, no pasará a la historia
de nuestro club como uno cualquiera, bien al contrario creo que será recordado
largamente, y no precisamente para bien. Hagamos un poco de memoria si me lo
permite.
Fue precisamente a principios de junio de 2011,
cuando el zaragocismo supo de la noticia de que este casi centenario club había
solicitado ante las instancias judiciales el concurso voluntario de acreedores.
Pocos días después, el día 14 de junio de ese mismo año, la titular del juzgado
nº 2 de lo mercantil de Zaragoza admitía dicho concurso y procedía a nombrar a
los administradores concursales que a partir de entonces iban a supervisar el
proceso hasta la firma del correspondiente Convenio o la liquidación de la
sociedad. Para mediados de diciembre, justo tras la Junta de Accionistas del
pasado año, se consigue presentar ante dicho juzgado la Propuesta Anticipada de
Convenio con la adhesión de un número de acreedores suficiente para poderla
sacar adelante. Finalmente a finales de la temporada 2011/2012 la juez titular
del juzgado anteriormente mencionado declara fortuito el concurso y aprueba el
Convenio, dando por finalizado la primera fase de nuestro viacrucis concursal,
dado que ahora toca lo más difícil, cumplir un convenio que se prolongará, al
menos, 8 largos años. El ejercicio 2011/2012 es por tanto la temporada de la
concursal.
En un caso más de desprecio a los más de 13.000 accionistas de esta SAD, el
zaragocismo supo del, más que importante, cambio de estatus de la sociedad, a
través de la prensa y un comunicado oficial en la web del club, a lo que se
añadió una carta suya explicando la situación. Convocar una Junta de
Accionistas Extraordinaria para dar cuenta del hecho no se le debió pasar por
la cabeza. Tampoco tuvo a bien informar al famoso Consejo Consultivo, el cual ha
resultado ser tan fugaz como otros tantos consejos, comités y órganos creados
por usted desde que es máximo accionista con la única finalidad de vender una
falsa participación del zaragocismo en los asuntos de la entidad.
La concursal era entonces, la gran panacea. Al
parecer, un proceso inevitable, tras el fracaso, reconocido por usted mismo,
del Plan de Reestructuración Financiera, su particular carta a los Reyes Magos,
permítame la licencia dadas las fechas en las que nos encontramos. Tal era el
optimismo que se quería transmitir desde Eduardo Ibarra al mundo, que se
hablaba de “futuro esperanzador”, e incluso de volver a “disfrutar de éxitos
deportivos”.
Desde luego de lo que se vendía a la cruda realidad
había una distancia abismal. Para empezar por los juegos de palabras utilizados
para maquillar la gravedad de la situación. Ustedes hablaban de una deuda neta
de 110 millones. Claro, hoy presentan una deuda real de casi 149 millones, la
reconocida finalmente en el concurso, nada menos que 39 millones de diferencia.
A eso hay que añadir la que se derivará por las causas judiciales pendientes
que tienen visos de hacer engordar el pasivo de la entidad, y por tanto de
aumentar el riesgo de no poder asumir los compromisos en un futuro no demasiado
lejano.
Se vendió también que el proceso iba a suponer
ordenar la vida económica de la sociedad, que después de una etapa caótica iba
a volver a la senda de la rectitud y normalidad en la gestión. Pero hoy hemos
podido comprobar, con el informe de cuentas presentado, que lejos de lograr
este objetivo se ha caminado en sentido contrario. El club no solo no ha
mejorado sus cifras en este año de supervisión judicial, sino que las ha empeorado.
El resultado de explotación, el que debería ser la garantía de poder afrontar
los compromisos no solo del Convenio sino también del resto de deudas pendientes
con entidades de crédito, Agencia Tributaria, Seguridad Social, etc, es pero
que el año anterior. Nada menos que casi 6 millones de euros menos. Y es que
señor Iglesias en el año de la concursal no han sido capaces ni siquiera de
cuadrar las cuentas. Si no se hubiese firmado la PAC, el Real Zaragoza habría
tenido a final de esa temporada más deuda que las anteriores.
Lo más sorprendente del tema es que esto ha
sucedido con el beneplácito de los tres administradores concursales nombrados
para vigilar y autorizar los gastos de la entidad. Estos mismos administradores
que han asegurado la viabilidad de la entidad, eso sí, en tanto en cuanto el
primer equipo se mantenga en la Primera División del fútbol español. Es extraño
pensar como se puede hacer semejante afirmación sobre una entidad cuyos
ingresos corrientes cubren poco más del 60% de sus gastos. Lo cual por cierto
no es raro que pase si en un año tan peculiar como este se incrementan en más
de 3.5 millones de euros las partidas de otros gastos de explotación, que
representan ya casi 15 millones de euros.
Y mientras tanto, los Sres. Administradores supongo
que estarían muy ocupados en sus quehaceres diarios, dado que aparentemente han
permitido gastos por encima de los ingresos de la sociedad.
Y es que señor Iglesias, no me cabe la menor duda
de que el concurso de acreedores del Real Zaragoza pasará a ser un caso de
estudio en las mejores escuelas de negocios del mundo y en actividades de
formación para juristas y economistas. Y no solo por su cuantía, con diferencia
la más alta del fútbol español, sino también por la quita impuesta a los acreedores
y el plazo de pago de las deudas pendientes, la más alta de las posibles de
acuerdo con la ley, y por el plazo record de aprobación del convenio, etc. Pero
sin duda este concurso pasará a la historia por ser el proceso que menos luz ha
arrojado acerca de las causas que han llevado a este club a estar al borde de
la desaparición, peligro que, a pesar de su insistencia, sigue existiendo,
vistas las cuentas presentadas.
Las causas del desastre económico parecen resumirse
en una: la mala suerte. Pobre explicación se da desde su entorno y afines a una
situación que desde luego es imposible que sea generada por el azar. No nos
engañemos Sr. Iglesias, la causa principal de haber llegado a esta situación es
su gestión, su nefasta gestión y los responsables de ello, usted mismo y
quienes le auparon a la presidencia de la entidad.
Pero si preocupado estoy, o estamos muchos, con
como se ha gestionado el concurso, más preocupado estoy con el negro futuro que
se nos presenta. No hablo en términos deportivos, donde Manolo Jiménez y la
afición zaragocista son dos grandes activos que si se les deja cumplir con su
papel conseguirán que este club vuelva siquiera a parecerse a lo que fue. Bien
al contrario hablo en términos de supervivencia de la entidad.
Se nos vende que la firma del Convenio va a ser la
solución a todos nuestros problemas. Sin embargo el convenio afecta únicamente
a 96 de los 148 millones de euros de deuda de la entidad. Quedan nada menos que
50 millones más que hay que afrontar con sus propios calendarios de pagos. A
eso hay que añadir lo que se derive de pleitos pendientes, que los hay y muchos
y de cuantías considerables.
Pero el principal problema no está ahí. El
principal problema es que la entidad debe generar beneficios, repito
BENEFICIOS, en los próximos años, y eso a día de hoy es una quimera Sr.
Iglesias. Desde que usted se hizo cargo de la entidad allá por mayo de 2006, su
gestión acumula unos resultados de explotación negativos de más de 60 millones
de euros. Lo más preocupante es que lejos de mejorar la cifra ha empeorado esta
pasada temporada. La deuda neta de la
entidad en su primera temporada al frente, 2006-2007 era de 37,9 millones de
euros. Hoy, incluso tras la aprobación del convenio es de 87 millones de euros.
Así con estas cifras es imposible creerse que con
usted al frente esta entidad pueda tener futuro alguno, desde luego pocos
éxitos deportivos se vislumbran en el horizonte, dado que estos no surgen de
manera espontanea sino fruto de un proceso de planificación que hasta la
llegada del Sr. Jiménez era desconocido por usted.
Pero lo peor de todo es que parece poco dispuesto a
marcharse y dar paso a un cambio en la propiedad del paquete mayoritario
accionarial que posee, y desde luego no parece que se le pase siquiera por la
cabeza ofrecer a la afición la oportunidad de recuperar lo que en tiempos era
suyo, la propiedad del club. Sé que me va a decir que hizo un anuncio público
de que estaba dispuesto a vender sus acciones y que no acudió a su llamada
nadie, o al menos, nadie fiable y solvente, según su criterio claro, para
hacerse cargo del Real Zaragoza. Pero usted como yo sabemos que eso fue una
maniobra más para desviar la atención, un nuevo fuego de artificio más en su
larga trayectoria y que no había intención alguna de desprenderse de su
posición mayoritaria en la sociedad.
Por ello vuelvo a insistir de nuevo Sr. Iglesias en
lo que le dije justo hace un año. Lo formulo de una manera clara, dado que tal
vez no me entendió el año pasado, o yo no me supe explicar. Cuánto valen sus
acciones, o mejor dicho, cuánto cuesta su salida del club. Dígalo claramente
para saber de qué estamos hablando y de si la afición, la cual le recuerdo
viene poniendo directamente alrededor de 7 millones de euros anuales puede
plantearse hacerse cargo de un club al cual le pertenece en lo sentimental, y cuya
propiedad nunca debería habérsele usurpado para ponerlo en manos de personajes
como usted que lo consideran de manera irresponsable su juguete particular,
despreciando lo que ha significado, significa y significará para miles de
zaragocistas.
Intervención de Daniel Marcén:
Un verso de nuestro emotivo himno dice “El Zaragoza es la afición”.
La campaña de abonados de este verano pasado lo parafraseaba convirtiéndolo en
“El equipo es la afición”… La AFICIÓN, tan cierto como que estamos en esta
Junta, es el mayor activo de esta SAD. Ha sido quien se ha mantenido siempre
fiel, en las duras- y ha habido muchas últimamente- y en las maduras. Ha
animado sin descanso cuando más lo necesitaba el equipo, pero también ha
protestado con rabia y furia cuando ha sentido que el Club de sus amores estaba
en peligro- una concentración de más de 15.000 aficionados no es un hecho que
se pueda obviar- y se ha desplazado de manera masiva en dos jornadas memorables,
a Valencia y Getafe, para dar al equipo un último aliento que librara al Club
de un descenso que, a la vista de la situación económica, podría haber sido
fatal. La AFICIÓN siempre ha estado allí, no como Ud., Sr. Iglesias, que
decidió abandonar el palco de La Romareda cuando peor iban las cosas, aunque no
se privó de seguir acudiendo a los palcos de otros estadios; allí donde los
zaragocistas desplazados para apoyar al equipo siempre tuvieron un momento para
recordarle “en vivo” lo que pensaban sobre Ud.
Así que no está mal que Uds. se acordaran de
esa afición en algún momento, aunque fuera a través de actos, vídeos y lemas
populistas (que lo son cuando se usan vacíos de contenido aunque revistan
formas aplaudidas por todos nosotros como el “corazón de La Romareda”) y también
“falsos” descuentos -al final, los abonados hemos pagado esta temporada lo
mismo que el año anterior-, ya que sólo se acuerdan de la importancia de la
afición, como de Santa Bárbara, cuando truena. Y el año pasado tronó y mucho en
el entorno de nuestro Real Zaragoza; tanto que hasta en ¡¡¡10 ocasiones!!! se aplicaron
“precios especiales”. Esa medida extraordinaria, que se vende desde esta sede
como una deferencia para con el abonado, no deja de ser un desprecio al mismo y
un chantaje moral, ¿cómo vamos a negarle a un familiar, un amigo, un compañero,
un vecino o conocido la oportunidad de ver un partido en La Romareda si así nos
lo pide? El beneficiado es esa persona que nos acompaña, pero no los abonados,
que en julio ya pagamos nuestro recibo y a un precio MUY SUPERIOR al que esos
“acompañantes” pagan por ocupar una localidad de la misma categoría que
nosotros. Valga como ejemplo una localidad en Gol Norte o Gol Sur: el abonado
pagó antes de iniciarse la temporada por cada partido con esos “precios
especiales” el triple que un no abonado. Y cuando esa medida “extraordinaria”
se convierte en norma durante más de la mitad de la temporada pasa de simple
anécdota a prácticamente ESTAFA.
¿Y cuál fue al acabar la
temporada pasada la compensación con el maltratado abonado? Ninguna, ni
siquiera tuvieron el detalle de permitir el libre acceso a la primera
eliminatoria de la, tan maltratada ahora y tan querida siempre por nosotros,
Copa Del Rey –al menos, han rectificado en esta eliminatoria contra U.D. Levante-.
Además, perdieron la gran oportunidad de consolidar a esa gran masa de aficionados
que se acogieron a esas entradas “especiales”. De hecho, según el informe
publicado en El Periódico de Aragón el
pasado día 19 de noviembre, el número de abonados continua descendiendo a pesar
del sorteo de más de mil abonos cada una de las dos últimas pretemporadas; en
la temporada 2007/2008, la cifra de abonados era de más de 29.000, según la información
facilitada en esta Junta por el Consejero Francisco Checa, la cifra actual es de
21.500 abonados, nada menos que 7.500 menos, se ha perdido ¼ parte de la masa social.
Menos mal, que Uds. han parecido
rectificar y este año han optado por un “abono especial” – lo que antes era el
abono de 2ª vuelta- con el que, al menos, parecen intentar mejorar la cifra de
abonados y que el aspecto de las gradas de La Romareda deje de ser el de las
menos pobladas de toda la 1ª División, según otro informe publicado en Marca el día 8 de diciembre y teniendo en
cuenta las 14 primeras jornadas de Liga, la asistencia sólo alcanzó el 48.7%, tan
sólo por delante de Getafe CF y RCD Mallorca; algo no se está haciendo bien.
El Consejo de Administración
debiera recordar que todo ha de girar en torno a la afición como pilar central
del club que es y que por ello debería ser lo primero a tener en cuenta a la
hora de realizar cualquier tipo de acción. Se lo diré con claridad: cualquier
tipo de posible ingreso (entradas, televisión, productos oficiales, etc.) procede
directa o indirectamente de los bolsillos de la AFICIÓN. Este habría de ser
motivo suficiente para centrar su atención y compromiso a la hora de actuar,
pero teniendo en cuenta que un club de fútbol no tiene ánimo de lucro real, ni
finalidad de repartir dividendos, pues en caso de darse una gestión responsable
-que ni Usted, ni sus equipos de dirección han tenido en todos estos años-, los
beneficios revertirían siempre en el propio club, hay una razón suprema que
deben tener presente: la afición es el ALMA, CORAZÓN Y RAZÓN DE SER de un club
de fútbol y no mera clientela.
Es por ello, además, que la
defensa de Club y afición van unidas. Sin embargo, sus políticas generan
desigualdad aplicando descuentos especiales a algunos grupos por la mera
pertenencia a los mismos frente al común de los abonados e incluso, como hemos
dicho, con atención preferencial a menudo para los no abonados sobre los ya
existentes. Todos compartimos el objetivo de llenar el estadio y consolidar la
masa social del club, pero es algo que ha de hacerse mediante la igualdad de
todos sus miembros. Pues esa es una de las principales características de la
afición a un club de fútbol: la unión en igualdad de condiciones con otras
personas con quienes, independientemente de creencias, ideologías y cualquier
otra condición, se comparten valores, orgullo y sentimiento. Ese sentido de
pertenencia incide directamente en la motivación y en la posibilidad de superar
obstáculos y conseguir objetivos. Y en estos tiempos aciagos, cobra aún mayor
importancia subrayar lo que realmente significa un club de fútbol y que en este
ámbito nadie quede excluido ni por los agravios comparativos, ni por los
precios escandalosos que no llevan a ninguna parte. Tomen ejemplo, en este y en
todos los aspectos posibles, de los clubes alemanes y su demostración de que
precios ajustados y mimo al aficionado genera mayores beneficios, crecimiento y
felicidad que cualquier otra política.
En ese sentido, la defensa de
Club y afición exige una postura firme en todos los frentes que nos atañen. No
es de recibo conformarse con unas migajas en lugar de plantar cara en el tema
del reparto de ingresos por televisión cuando la evidencia, el sentido común y
los ejemplos de las demás ligas europeas claman por lo contrario. ES HORA DE
SER VALIENTES. Prácticamente la única medida que habíamos aplaudido, incluso
los más críticos con su gestión, fue la alineación en el grupo de los clubes
que pedían justicia en el reparto de los ingresos por derechos televisivos,
postura que abandonó en cuanto le pusieron delante unos billetes sumándose al
pan para hoy y hambre –ruina- para mañana. Otro tanto sucede con los horarios
demenciales para el espectador, ¿cómo es posible que en lo que va de temporada
no se haya visto un partido en La Romareda en el más habitual históricamente de
los horarios posibles, el domingo por la tarde? Basta de agachar la cabeza y callar
o hablar a posteriori. Por cierto, ayer se hubiera agradecido alguna manifestación
pública ante el atropello arbitral padecido en el estadio Municipal. Defendamos lo nuestro, lo de todos. Es su obligación.
Es su responsabilidad. QUEREMOS HECHOS, NO PALABRAS VACÍAS.
Y
siguiendo con temas concretos y claros, de la misma forma que abonos más
baratos aumentan afluencia e ingresos, unos precios más asequibles para los productos
relacionados con nuestro Club multiplicarían las ventas y con ellas los
ingresos y la difusión del Zaragocismo en el día a día. Una vieja pregunta
entre la afición es ¿para cuándo una tienda on-line? No, no me refiero a esa
“tienda virtual” estrenada hace poco, que sería un buen complemento a lo que
debería ser una tienda “on-line” de verdad. ¿Saben que la práctica totalidad de
equipos de 1ª División y un gran número de los de 2ª División y de clubes
extranjeros de menor categoría ya la tienen? ¿A qué esperan para ponerla en
funcionamiento? ¿Cómo pueden estar renunciando a la difusión de la marca “Real
Zaragoza” y al ingreso de una significativa cantidad de euros? ¿Saben cuántos
zaragocistas viven fuera de esta ciudad o de esta Comunidad Autónoma?
En
realidad, cómo se van a preocupar de la marca “Real Zaragoza” si hemos podido
comprobar el lamentable estado que presentaba el Museo y los trofeos que tanto
esfuerzo costaron conseguir. ¿Piensan hacer algo para conseguir que ese espacio
sea digno de nuestra Historia? Quienes formaron y forman parte de ella merecen
algo mejor y quienes les admiramos y queremos difundir nuestro sentimiento
entre las generaciones que se van incorporando también.
Y
hablando de dignidad y respeto, les recuerdo
que tanto la Constitución como la Ley del Deporte y el resto del ordenamiento
jurídico amparan la exhibición de pancartas en espacios públicos como las que
se han venido mostrando desde diversos grupos y aficionados en nuestro estadio
sin que su contenido crítico contravenga la legalidad vigente y con el
consentimiento expreso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por
ello, reconsideren su labor de censura carente de base y centren sus esfuerzos
en dejar sin argumentos a quienes nos oponemos a su nefasta gestión. Es lo que
todos deseamos, créanme.
Para
finalizar, un ruego al Sr. Iglesias, en realidad es el mismo que en la pasada
Junta le hizo el ex-jugador Jesús García Sanjuán: “váyase lo más lejos que
pueda del Real Zaragoza”, con Ud. al frente esta entidad no tiene futuro. Ha
quedado demostrado en estos meses en que Ud. se ha alejado de los focos y ha
dado ese tan cacareado “paso atrás” que las cosas, al menos en el ámbito
deportivo, al Real Zaragoza le van mejor, así que tome nota y aléjese
definitivamente.