Tras los últimos acontecimientos, tanto deportivos como institucionales, ocurridos en el entorno del Real Zaragoza, desde el Movimiento Avispa no tenemos más remedio que, tomando las palabras del pasado sábado de nuestro entrenador Manolo Jiménez, no poner más paños calientes y denunciar una vez más la realidad sobre la situación actual.
En las últimas semanas, a pesar de la extrema situación deportiva e institucional, tan sólo el entrenador Manolo Jiménez está asumiendo las funciones de portavoz del Club, siendo que esa no debe ser su labor; ningún otro miembro ni de la Junta Directiva, ni del staff ejecutivo está dando la cara y contestando a los múltiples interrogantes que asaltan cada día al Zaragocismo. Desde estas líneas queremos agradecer al Sr. Jiménez las variadas muestras de compromiso y dignidad que está demostrando desde su llegada a Zaragoza; personas como él hacen falta en el Real Zaragoza, y otros vendehumos sobran. Es cierto que los resultados no están siendo acordes con su esfuerzo, pero sus ganas, su calidad humana y su sinceridad han quedado, en sólo 2 meses al frente de la primera plantilla del Real Zaragoza, fuera de dudas.
Sin embargo, hemos podido observar en los últimos partidos disputados cierta apatía y dejadez entre muchos miembros de la primera plantilla. Si bien es cierto que tanto la mala clasificación deportiva, de la que ellos también son en parte responsables, como los problemas de cobro de sus honorarios y el abandono de algunos miembros de la plantilla pueden ser circunstancias que pueden afectar a su rendimiento, no es menos cierto que, desde nuestro humilde punto de vista de aficionados, ningún jugador que baja los brazos, se deja llevar y se rinde puede ser digno de portar la camiseta de nuestro Club y mucho menos mostrarse satisfecho de su trabajo e intentar engañar a una afición harta con el mismo mensaje una y otra vez. Es momento de exigir a esta plantilla que demuestre su profesionalidad (pedirles zaragocismo es algo utópico para la gran mayoría, pues ni saben lo que significa, ni nadie se ha molestado en explicárselo), y que no arrastre el nombre de nuestro Club por los estadios de España; ellos pasarán, pero nosotros seguiremos, siempre fieles al Escudo del León, y seremos quienes sufriremos la afrenta de sus actos. Podemos admitir un descenso deportivo, cada día más cercano, pero en ningún caso la desidia y la falta de entrega y compromiso por parte de aquellos que defienden nuestros colores. Resumiendo: Rasmia y Honor.
Por otro lado, ni entendemos, ni toleramos la actitud que está teniendo en los últimos meses el accionista mayoritario y Presidente del Real Zaragoza, D. Agapito Carmelo Iglesias García, ya que ha unido a su ausencia, ya habitual, del estadio municipal de La Romareda durante la disputa de los partidos de nuestro equipo, su presencia en los palcos de los estadios donde el Real Zaragoza celebra sus partidos lejos de nuestra inmortal ciudad de Zaragoza. Tales actos, unidos a la habitual carencia de apariciones públicas para dar explicaciones sobre la delicada situación institucional y deportiva de nuestro Club sólo pueden ser tomados como una provocación en grado máximo y un acto de cobardía indigno de quien ostenta cargos y responsabilidades tan importantes dentro del Real Zaragoza; su sitio es el palco de La Romareda donde debería escuchar lo que la afición zaragocista, esa que de verdad siente, sufre y padece, opina sobre Ud. y su gestión. Por último, no queremos olvidarnos de recordarle que es Ud., Sr. Iglesias, el máximo responsable, aunque no único ni mucho menos, de este atentado contra el Real Zaragoza, y por ende al Zaragocismo, a Zaragoza y a la Comunidad Autónoma de Aragón; esperamos que los Jueces en un futuro cercano o la Historia posteriormente le juzguen con el rigor que merecen sus actos.
El Zaragocismo está harto. Somos zaragocistas, no gilipollas.
¡Aúpa Real Zaragoza Siempre!
Movimiento Avispa