lunes, 12 de diciembre de 2011

Intervenciones del Movimiento Avispa en la Junta General de Accionistas del 12-12-2011

Apartado económico:

 El 26 de mayo de 2006, día en el que se oficializó la compra del paquete mayoritario de acciones en manos de D. Alfonso Solans Solans por parte de usted, Sr Agapito Iglesias, y del que entonces era su socio, D. Emilio Garcés, ha pasado a ser una fecha que quedará grabada para siempre en la memoria de todos los Zaragocistas. Para usted, posiblemente, esa fecha será recordada con alegría, y, tal vez, con cierta nostalgia de mejores tiempos en lo personal y profesional. Para la gran mayoría del Zaragocismo, sin embargo, ese día marca el inicio de una pesadilla en la que estamos inmersos desde entonces, pesadilla que se repite cada día, como si de una penitencia se tratara.

Su gestión al frente del club nos ha llevado, en tan solo 5 años y medio, a la situación más crítica por la que ha atravesado el Real Zaragoza en sus casi 80 años de historia. ¡Qué lejos parecen aquellos tiempos en los que nuestro club era respetado y admirado por sus éxitos deportivos, por su señorío, o por su gestión económica modélica que le confería la imagen de un club serio y buen pagador! Hoy, en cambio, Real Zaragoza es sinónimo entre otros de descrédito, ruina económica, fractura social, total falta de respeto a su historia y afición. Es exponente, asimismo, de una nefasta gestión, de cómo no hay que hacer las cosas y de los peligros que supone poner al frente de una institución tan importante a gente que ni conoce, ni quiere conocer y que además minimiza la importancia del componente sentimental que todo club de fútbol lleva consigo.

Seguramente usted, Sr Iglesias, no es el único responsable de esta caótica situación que amenaza con llevarse por delante a nuestro club, habiendo otros que comparten el dudoso honor de haber colaborado en provocar el desastre que, todo parece indicar, se nos avecina. Sin embargo, si que podemos decir que usted SÍ es el máximo responsable de ello. Usted ha hecho y desecho a su antojo, poniendo y quitando entrenadores, jugadores y directivos, ha dicho y se ha desdicho a renglón seguido, ha prometido y ha incumplido una y otra vez sus compromisos, ha colocado en definitiva al club en una esquizofrenia crónica que solo nos puede llevar a lo impensable, a lo que nadie quiere, y no es otra cosa que la desaparición del Real Zaragoza.

Porque, Sr. Iglesias, es precisamente eso de lo que en el fondo estamos hablando aquí, de la posibilidad, cada vez más real, de que este club desaparezca como consecuencia de su gestión al frente de el. Su gestión en todos los ámbitos, el institucional, el económico y por supuesto el deportivo. Y en relación a esto surge una pregunta que todos los Zaragocistas nos hacemos:

¿Qué ocurriría con nuestro club si el primer equipo bajase a Segunda División? ¿Sería la estocada final que provocaría la desaparición definitiva del Real Zaragoza?

Esta gestión a la que me estaba refiriendo, es la que le ha llevado a una posición de total soledad, sin apoyo alguno, fruto de ese comportamiento errático, personalista y consecuencia de un desconocimiento total del medio en el que se mueve, y es que el Real Zaragoza no es una empresa al uso como las que está acostumbrado a gestionar. Porque no nos engañemos Sr. Iglesias es precisamente usted quien se erige como principal obstáculo para lograr la supervivencia de nuestro club. Su presencia al frente de la entidad es lo que imposibilita que se den los pasos necesarios que pudieran encender una pequeña llama de esperanza en el Zaragocismo. Usted es el motivo principal, y tal vez único, que hace que, por ejemplo, la Propuesta Anticipada de Convenio que ha presentado a los acreedores de la SAD no logre los apoyos necesarios para que prospere, o que su Plan de Reestructuración Financiera presentado aquí, hace poco más de un año, haya sido un estrepitoso fracaso.

Todo ello nos lleva a concluir que la supervivencia del club en el medio y largo plazo pasa indefectiblemente por su salida al frente del mismo, por un cambio en la propiedad de las acciones, y por un cambio radical en las formas y en la gestión, en todos los aspectos, de la actual SAD. Un cambio que busque generar un clima de confianza hacia el Real Zaragoza, una nueva situación de estabilidad institucional y social, fundamental para lograr una mejor situación en lo deportivo.

Usted como yo sabe que no es querido por el Zaragocismo en general, ni afición, ni medios de comunicación, ni instituciones públicas aragonesas, ni mucho menos por el resto de clubes, instituciones deportivas, entidades financieras o acreedores. En repetidas ocasiones, aunque usted ha preferido mirar para otro lado, o aún peor adoptar una posición negacionista que ralla el insulto, el Zaragocismo le ha manifestado, de formas de lo más diverso, su hartazgo y su deseo de que abandone el Real Zaragoza.

Pero todos sabemos, que eso depende única y exclusivamente de su voluntad. Que solo usted puede decidirlo, dado que es propietario legítimo de más del 90% de las acciones que constituyen el Capital Social de la S.A.D. Sabemos que no es muy dado a escuchar al Zaragocismo en general y que suele hacer caso omiso a su opinión mayoritaria crítica con su gestión. Por eso apelamos, no a su responsabilidad, que ha quedado demostrado no tiene, sino a los devastadores efectos que sobre su imagen tendría quedar estigmatizado como el responsable último de la desaparición del Real Zaragoza, apelamos por tanto a la vergüenza que sufriría por tan dudoso honor.

Y para ello le hacemos un ruego como aficionados y accionistas de este club. Le pedimos que públicamente, a poder ser ante la afición o los medios de comunicación, ponga un precio por su salida del club. En su día dijo que el coste por hacerse cargo del club era cero euros, obviamente todos sabemos que eso no es cierto en absoluto. Diga públicamente cuanto valen sus acciones y que otras condiciones pone para hacer efectivo el traspaso. En definitiva, de la oportunidad de que bien los aficionados, bien empresarios varios, puedan hacerse cargo de la situación para intentar revertir lo que parece inevitable.

Porque la otra alternativa que tiene a su disposición es muchísimo peor, y no es otra que embarcarse en una guerra sin cuartel contra el conjunto del Zaragocismo, la cual le aseguro se librará por todos los medios: tierra, mar y aire, o en nuestro caso en la grada, en los propios órganos de la entidad, como esta Junta de Accionistas, e incluso en los tribunales de Justicia.

Permita que esta pesadilla de la que hablaba en el principio de mi intervención termine, hágalo por el Real Zaragoza, por el Zaragocismo, por responsabilidad o por interés propio, por evitar una vergüenza mayúscula y por no terminar siendo la persona que acabó con todo un símbolo de Zaragoza y Aragón.

Eso es lo único que le pido en mi nombre y en el de muchos otros, abandone el Real Zaragoza y hágalo lo antes posible, cada día que pasa estamos más cerca del desastre y algunos queremos todavía aferrarnos a cualquier mínima esperanza que exista en esta lucha diaria de lograr la supervivencia de un patrimonio común que nunca debió estar en peligro de extinción.


Aparatado Institucional-Social:

Sr. Iglesias:
Las entidades deportivas tienen su razón de ser en la masa social que las sustenta. Si al Real Zaragoza, herido de muerte por su gestión, le sigue latiendo el corazón es porque el zaragocismo ha impedido que se le pare. Y usted, sr. Iglesias, no quiere escuchar al zaragocismo.

Usted no quiso salir al palco mientra la Romareda entera, sosteniendo carteles con la leyenda “¡Zaragoza Sí, Agapito No!”, le mostraba desde el más absoluto respeto el rechazo a su gestión. Usted, tras ese partido, obvió lo sucedido en la grada.
Ha tratado de impedir el acceso al estadio de pancartas críticas con su gestión, cuando no las ha retirado directamente.
En el mes de mayo pasado, las miles de almas zaragocistas desplazadas al Ciudad de Valencia, tras llevar en volandas al equipo a salvarse del abismo de un descenso, le expresaron bien claramente que quieren que abandone el club.

Sr. Iglesias, tardó usted tres años en consultar a la afición sobre un tema, tan importante en lo sentimental para el aficionado como un cambio en el escudo. Sr. Iglesias, el escudo simboliza el alma del club, es para su afición el estandarte de un sentimiento, y el cambio que realizó hace sospechar que desconoce lo que significa realmente el sentimiento zaragocista.

Este nuevo escudo, estrenado con motivo del 75 aniversario, en su día se afirmó que tan sólo estaría vigente durante el desarrollo de dicha efeméride. Para sorpresa general, y sin dignarse a preguntar a la masa social, este escudo pasó a ser el oficial. De nuevo, no quiso usted escuchar al zaragocismo.
Sólo tras años de rechazo, y curiosamente poco después de entrar en Ley Concursal, se decidió a preguntar a la afición. El resultado, como bien sabrá, fue abrumador. La masa social rechazó el escudo que identifica con su gestión.

Desde finales de la temporada pasada ha sido usted prolífico en cartas a la afición y comunicados en la página web del club. Sinceramente, sr. Iglesias, no se si piensa que el zaragocismo es ingenuo o realmente cree en lo que expone en esas textos.
Es realmente sorprendente que un hecho, la entrada en Ley Concursal, que supone a todo el zaragocismo la vergüenza y humillación de que la entidad de sus amores se reconozca insolvente para cumplir con sus compromisos, se trate en esas cartas y comunicados como un gran acierto, casi con tono alegre. Sr. Iglesias, que su gestión haya llevado a que la única salida posible sea entrar en Ley Concursal no lo convierte en un acierto. ¿Cómo se puede hablar de época esperanzadora siendo la Concursal con mayor volumen de deuda del fútbol español?¿Cómo se puede hablar de éxitos deportivos, en un comunicado de entrada en Ley Concursal, cuando no hay ni recursos, ni proyecto ni estructuras que lo sustenten?

En su carta del 20 de agosto, dice que uno de sus propósitos es practicar una gestión transparente, considerando prioritario que la afición sepa todo lo que está haciendo el club. ¿Tan transparente como se fue con el fichaje de Juan Carlos, del que se dijo en la web del club que procedía del Real Madrid, y que por la prensa se enteró la afición que venía del Sporting de Braga y mediante fondo de inversión?¿Transparente es tratar de impedir que la APARZ esté en el proceso concursal?¿Enterarnos por la prensa que dos empresas, vinculadas al entramado empresarial del Real Zaragoza, se dedican a la representación de jugadores es un ejemplo de esta nueva era de transparencia?

Sr. Iglesias, antes de su entrada en el club el Real Zaragoza era un equipo querido, respetado, con fama de pagar puntualmente, en el fútbol español. Muchos jugadores prometedores veían este club como un salto en su carrera. Éramos bien vistos en muchas ciudades de España, teniendo buena relación con sus clubes locales y aficiones. El Real Zaragoza paseaba con orgullo el nombre de la ciudad en España y Europa, con una bien merecida fama de equipo amante del buen futbol, con gestas ante los grandes, con participaciones espectaculares en Copa. Incluso en nuestros momentos más delicados, el prestigio de la entidad, el respeto a su historia, permanecía intacto

En definitiva, antes de su entrada éramos un club con solera y prestigio en el fútbol español y europeo, independientemente del momento deportivo que atravesáramos.
Tras su gestión, sr. Iglesias, somos ahora un club antipático, con fama de moroso, noticia en muchas ocasiones por pleitos, deudas, incumplimientos, sanciones, prácticas extrañas...¿Se hace una idea de lo doloroso que es para el zaragocismo ver a su equipo continuamente en el ojo del huracán?¿Cómo cree que sienta en el zaragocismo ver cómo se pierde día a día, a una velocidad de vértigo, la dignidad, el buen nombre y la fama ganados a lo largo de casi 80 años de historia?
El Real Zaragoza es el único club en Concursal cuyo convenio no ha sido apoyado por la LFP; la UEFA, sr. Iglesias, no se va a conformar con lo que dicta la Ley Concursal y si alguna vez volvemos a jugar en Europa nos va a estar esperando para pasarnos factura.
Sr. Iglesias, su gestión ha llevado a una querida entidad casi octogenaria como el Real Zaragoza a un nivel de desprestigio sin precedente cercano, y por añadidura ha atraído ese desprestigio a la ciudad que representa. ¿Cómo va a recuperar el prestigio y la dignidad perdida, sr. Iglesias?
Sinceramente, buena parte del zaragocismo pensamos que la única manera de ir recuperando poco a poco todo lo que se ha perdido es que usted se marche de la entidad cuanto antes.

Sr. Iglesias, el Real Zaragoza agoniza deportiva e institucionalmente. Se halla su gestión en un callejón sin salida. Carece de la credibilidad necesaria para que la afición le apoye. No despierta la confianza necesaria en los acreedores para que se adhieran a su Propuesta Anticipada de Convenio. Ha entrado en conflicto con demasiadas entidades del fútbol español y europeo.

Por todo ello, sr. Iglesias, le pido que por una vez escuche al zaragocismo. Recuerde, sr. Iglesias, que puede poseer usted la gran mayoría del accionariado, pero que el espíritu, la esencia, la razón de ser definitiva del Real Zaragoza son propiedad su afición.

Sr. Iglesias, el Real Zaragoza necesita recuperar su dignidad perdida. Zaragoza merece más. Por eso le pido, señor Iglesias, que se marche y deje que empiece el renacer zaragocista.

Apartado Deportivo:

           Sr. Iglesias, en el documento titulado “Política de Club” publicado con fecha 25 de mayo de 2010 y donde se intentaba plasmar la filosofía a seguir por parte del Real Zaragoza y sus empleados, se afirmaba que “se buscará la continuidad en todos los aspectos, tanto en el plano deportivo, como en el técnico, de personal, etc.” ¡Qué lejos queda esa frase de la cruda realidad! Desde que Ud. es accionista mayoritario del Real Zaragoza, hace tan sólo 5 años y medio (qué poco tiempo y qué largo se nos está haciendo a muchos zaragocistas), se han fichado a más de 60 jugadores y han pasado 7 entrenadores por el banquillo de La Romareda (y conociéndole a Ud. y viendo la trayectoria del equipo no son 8 seguramente porque los administradores concursales no se lo han permitido). ¿A eso le llama Ud. continuidad? Cada año se produce un desmantelamiento total de la plantilla, lo cual obliga a que cada verano aterricen 10 ó 12 jugadores nuevos en la misma. Con estos datos en la mano, ¿nos puede explicar cuál es el proyecto deportivo que tiene y ha tenido el Real Zaragoza con Ud. al frente? Visto lo visto, parece que lo único que hay es una huida permanente hacia delante, un intento baldío de salvar cada temporada de cualquier manera y mañana Dios dirá.

            Debido a esta manera de actuar suya, lo único que está consiguiendo es que entre la afición y el equipo haya una falta de identificación total y absoluta; no hay referentes, referentes que dudamos conozca a tenor del maltrato inflingido a la memoria de Don Carlos Lapetra, no hay ídolos, puesto que no hay tiempo para que ningún jugador deje su impronta en el Club. Hace unos días escuché a un insigne zaragocista, a quien Ud. conoce bien puesto que estuvo en su Junta Directiva, D. José Luis Melero, decir una frase que describía perfectamente la situación actual. Decía el Sr. Melero que en el Real Zaragoza sólo había jugadores de “usar y tirar” y no creo que haya una imagen mejor para definir su política deportiva: jugadores de usar y tirar.

En este mismo sentido ha obrado Ud. en el Real Zaragoza B; ¿sabe cuántos jugadores no formados en la Ciudad Deportiva se han fichado desde que Ud. está en el Club? Yo le contesto, ¡más de 40! ¿Y sabe cuántos de esos más de 40 fichajes ha llegado a la primera plantilla? La respuesta es sencilla: ¡Ninguno! Los pocos jugadores que con cuentagotas han llegado han sido todos jugadores criados futbolísticamente en la Ciudad Deportiva: Goni, Ander, Laguardia, Kevin, Ortí… ¿Para qué y por qué tantos fichajes para acabar viendo al filial deambular los últimos años en una categoría de nivel autonómico? Sólo Ud. conoce la respuesta.

            Sr. Iglesias, en varias de sus comunicaciones con la afición zaragocista (y en el citado anteriormente “Política de Club”) ha venido afirmando que la cantera debía ser uno de los pilares en los que asentar el proyecto deportivo y planificar la plantilla del primer equipo; pues bien, actualmente sólo un jugador de la cantera forma parte de dicha plantilla, Ángel Lafita, a quien se recuperó tarde y mal, como siempre, procedente del Deportivo de La Coruña, y que todo hace indicar que no continuará aquí dentro de unos meses. Nosotros nos preguntamos, ¿dónde está esa cantera que iba a ser fundamental?

            Hace mucho, Sr. Iglesias, que dejamos de esperar zaragocismo de Ud., sólo profesionalidad, ya descartada, pues tal como está el mundo del fútbol somos conscientes que siempre hay otros intereses, unidos o no a un sentimiento, que se pretenden explotar, pero los negocios se hacen al margen del fútbol, nunca a costa del mismo, y como al parecer la construcción del nuevo estadio va para largo, Ud. ha ampliado el objeto social de un par de sociedades de su propiedad convirtiéndolas agencias de representación de deportistas. Este hecho podrá ser legal, no lo dudamos, pero no es ético y, desde luego, es radicalmente inmoral. ¿Si en un futuro hay un conflicto de intereses entre su empresa de representación y el Real Zaragoza cuál de sus intereses antepondrá?

            Entrando en el organigrama deportivo del Real Zaragoza nos podría decir qué funciones desempeñan tanto el Director Deportivo, Sr. Prieto, como el Secretario Técnico, Sr. Herrera. Porque si, como ha quedado demostrado, no hay un proyecto deportivo definido, que es la base de todo equipo de fútbol, aunque sea una obviedad que parece desconocer, no se apoya a la cantera y además Ud. acaba siempre trayendo a los jugadores recomendados por el entrenador de turno, se dedica a contratar a jugadores representados por determinada agencia de futbolistas o descubre Ud. la panacea de los fondos de inversión, que suponen la total descapitalización deportiva en que ha sumido al equipo ¿qué pintan los Sres. Prieto y Herrera? ¿De qué sirve su trabajo, si es que realizan alguna actividad además de servirle a Ud. como escudo protector y guardia pretoriana? Ahórrese dos sueldos, que no estamos para dispendios.

             Por otra parte, ¿la contratación de Juan Eduardo Esnáider como coordinador de la Ciudad Deportiva y a la vez entrenador del filial se hizo con vocación de continuidad o en la línea de improvisación y eventualidad con la que ha venido Ud. funcionando en la parcela deportiva? ¿No cree que esos dos cargos son incompatibles? ¿Si las cosas van mal deportivamente en el filial será el Sr. Esnáider quien se cese a si mismo o lo hará Ud.? ¿Y sería cesado como entrenador del filial y seguiría al frente de la Ciudad Deportiva o dejaría ambos cargos?

            En fin, Sr. Iglesias, que deportivamente su gestión ha sido un desastre más porque, todos esos fichajes, todos esos entrenadores, todos esos bandazos continuos en la línea de trabajo, ¿para qué? ¿Para andar cada año sobre el filo de la navaja del descenso y en alguna ocasión caer en el infierno de la Segunda División? Menudo fracaso, Sr. Iglesias. Ya ha quedado demostrada su incompetencia en este apartado, su incapacidad manifiesta, su desconocimiento en la gestión deportiva de un club de fútbol y su no saber delegar ni rodearse de profesionales adecuados, ahora sólo esperamos que su salida del Real Zaragoza, sea por voluntad propia o por mandato judicial, no llegue demasiado tarde para la supervivencia de nuestro Real Zaragoza, porque sí, Sr. Iglesias, el real Zaragoza se muere y se muere entre sus brazos y Ud. es el máximo culpable y la Historia será inmisericorde con Ud.. Lo que es cierto es que la herida, que de todas formas va a dejar su gestión, es gravísima y tardará mucho en cicatrizar.