viernes, 13 de mayo de 2011

NUESTRA ÚLTIMA BALA

En este momento crítico en que se encuentra nuestro Real Zaragoza, el Movimiento Avispa lanza un llamamiento de ánimo para el partido ante el R.C.D.Español y emplaza a la afición a concentrarse ante al palco al término del mismo.


Hemos llegado a la situación que nadie deseaba y tanto temíamos tras una larga serie de silencios, aplausos y complacencia desde los sectores más insospechados. Cada uno habrá de hacer frente a sus actuaciones y responsabilidades, así como el máximo responsable del desesperado estado al que hemos llegado en todos los órdenes: Agapito Iglesias y sus directivos manifiestamente incapaces. No olvidamos ni podemos olvidar el daño casi mortal que han causado en nuestro club a todos los niveles.

Pero antes hay un partido que ganar. Un partido decisivo en el que hemos de empeñar nuestras fuerzas reunidas poniendo cada uno el máximo en su labor.

Los jugadores dándolo todo desde el primer minuto hasta el final, jugando con orgullo y profesionalidad con la misma actitud y entrega que han mostrado en la mayoría de las jornadas. Tienen dos partidos por delante y una responsabilidad hacia los aficionados y hacia ellos mismos que confiamos sabrán afrontar de forma consciente y consecuente. Los nervios, el sufrimiento e incluso el miedo debe quedar para los aficionados que podremos espantarlos cuanto más alto animemos al equipo.

La afición zaragocista puede y debe, unida en el sentimiento que compartimos, volcarse realmente en este trascendental partido, manteniendo durante todo el encuentro el ambiente que se vivió los primeros minutos ante Osasuna. Es un momento duro para todos pero hemos llegado hasta aquí y no podemos abandonar ahora. Son nuestros últimos 90 minutos en La Romareda y sólo hay una forma de afrontarlo: animando sin descanso, empujando al equipo hacia delante, buscando alcanzar entre todos una salvación que es posible. Estamos convencidos de ello pero tenemos que dar más. Tenemos que darlo todo. A ello animamos a todos los que acudan al estadio: dejémonos notar acudiendo en masa y con tiempo, arropemos a nuestro equipo y rujamos como el león que todos llevamos en el corazón. Aquí y en Valencia si es necesario, como así confiamos, nunca puede apagarse nuestro rugido.

Nos queda la palabra, que tantos no han querido usar. Palabra de ánimo constante pero también palabra de firmeza ante la infamia a que se ha visto sometido nuestro Real Zaragoza. Estamos llegando al final de una temporada nefasta, otra más, donde tenemos la oportunidad de decir lo que pensamos y sea oído alto y claro por quienes han destrozado este club del que sólo quedamos nosotros, todos los zaragocistas de corazón. Las actuaciones pasadas se han pagado muy caras, no hay excusa para dejar pasar esta ocasión. Por este motivo, EMPLAZAMOS A TODA LA AFICIÓN ZARAGOCISTA A QUE SE CONCENTRE FRENTE A LA SALIDA DEL PALCO AL TÉRMINO DEL PARTIDO, SEA CUAL SEA EL RESULTADO FINAL, para manifestar nuestro parecer de forma responsable pero contundente. Se han cometido demasiadas tropelías, se ha agachado demasiado la cabeza, es hora de hablar.

Por derecho, por orgullo, por justicia, acudamos ante el palco. Es nuestra hora. Siempre lo ha sido.

¡AÚPA REAL ZARAGOZA SIEMPRE!