El día 14 de enero que, sin duda, pasará a la historia del Zaragocismo tanto por la Concentración convocada por la Plataforma "Salvemos el Real Zaragoza", de la cual forma parte activa el Movimiento Avispa, como por el minuto de protesta que será recordado largamente como la "Agapitada". Solo el tiempo dirá si dicho día permanecerá en la memoria de los zaragocistas como el hito que marcó el principio del fin de la era de Agapito Iglesias al frente de nuestro club.
Las reacciones a lo acontecido el pasado sábado se han sucedido y algunas de ellas merecen nuestra respuesta. En cuanto a la repercusión mediática y la alarma social generada sólo nos podemos felicitar dado que en gran parte el objetivo de las acciones propuestas el pasado sábado era conseguir que la situación lamentable por la que atraviesa el Real Zaragoza fuese percibida en toda su dimensión tanto por la sociedad aragonesa como por el mundo del fútbol español en general. Dicho objetivo consideramos se ha cumplido sobradamente, habiéndose de esta forma escuchado nitidamente el grito de auxilio que el Zaragocismo viene lanzando desde hace meses.
El que está claro no ha escuchado dicho grito es el máximo accionista de la entidad, el Sr. Agapito Iglesias, a tenor de su último comunicado oficial. No vamos a ahondar más en el, dado que desde la Plataforma ya tuvo la respuesta apropiada, pero si consideramos que debemos incidir una vez más, tal y como ya hiciéramos en la pasada Junta de Accionistas, en la exigencia de que ponga precio de una vez a sus acciones y salida del club, y que permita que o bien la masa social (abonados, accionistas, simpatizantes, etc) o bien un grupo de empresarios pueda plantear una propuesta de manera pública lo suficientemente seria para lograr la supervivencia de la entidad a medio y largo plazo. Dicho proceso DEBE SER NECESARIAMENTE público dado que la masa social es la única que está legitimada para valorar la idoneidad o no de un nuevo proyecto para la institución, visto que el Sr. Agapito Iglesias da muestras de anteponer siempre sus propios intereses a los del Real Zaragoza, actuando a la vez de juez y parte en el asunto.
A la vista de que la contestación social por parte del Zaragocismo prácticamente unánime importa más bien poco al Sr Iglesias, el Movimiento Avispa propondrá en la próxima reunión de la Plataforma, que tendrá lugar el próximo miercoles, que se lleven a cabo las gestiones oportunas para que una representación de la misma se reúna urgentemente con los máximos responsables de las dos instituciones aragonesas más importantes, esto es, Presidenta del Gobierno de Aragón y Alcalde de Zaragoza. En dicha reunión se debería solicitar por parte de la plataforma la implicación de las instituciones en la salvación de la entidad, ejerciendo el papel de garantes de la supervivencia de una institución que puede considerarse la primera "marca" de Aragón.
La implicación de las instituciones públicas aragonesas no debería pasar en ningún momento por ayudar económicamente a la sociedad, dado que entendemos que como entidad privada esta debe ser autosuficiente y más en tiempos de crisis como los actuales, sino en utilizar los medios disponibles para facilitar un cambio en la propiedad del club. Es evidente que los problemas por los que atraviesa actualmente el Real Zaragoza se originaron por la intrusión de las instituciones públicas en la vida de la sociedad, promoviendo la llegada de Agapito Iglesias a la misma, y consideramos que ante la negativa a abandonar el club por parte del máximo accionista, la solución debería salir del mismo lugar en el que se originó el problema, independientemente del cambio de color político que se ha producido en una de ellas.
Por otro lado, hemos escuchado, leído, en las diversas intervenciones en los medios de comunicación de los administradores concursales, la garantizada viabilidad del club. Como el resto del zaragocismo, el Movimiento Avispa también se alegra de ello. Lo contrario, en un proceso concursal, supondría la liquidación de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD). Sin embargo, no estamos tan conformes con otras cuestiones, y nos preguntamos en primer termino, si el que ha amenazado la supervivencia de la entidad, Agapito Iglesias, puede ser el encargado de gestionar el plan de viabilidad y hacer frente de modo escrupuloso a los pagos que el convenio determina. El Zaragocismo, los acreedores, las instituciones, los trabajadores, la liga, los equipos que lo componen, por los hechos, y precedentes, no parecen confianzar tanto en que esto se produzca. El zaragocismo teme, porque lo lleva sufriendo unos años, que Agapito Iglesias no pague y que una institución como el Real Zaragoza se liquide.
En este sentido, además, nos preguntamos, si en algún momento del proceso concursal, se va a determinar la responsabilidad del concurso. El convenio anticipado que se ha depositado en los juzgados presenta una cuantía de quita o duración de espera lo suficientemente relevante, la mayor del fútbol español, para que de una vez por todas se analice la gestión de los últimos años y los hechos relevantes que desembocaron en la situación de insolvencia del Real Zaragoza. Entendemos, que para entonces, los administradores concursales, deberán estudiar en profundidad la llevanza de los libros de contabilidad, los movimientos que afectaron a la situación patrimonial de la SAD, la revisión de las salvedades presentadas por los auditores en los dos últimos ejercicios, en cuanto a la valoración de activos, el porqué de la tardanza en ser presentado el concurso de acreedores, cuando diferentes expertos del área, como el Profesor Gay de Liébana en su informe Futbol & Finanzas, denunciaban ya hace tres ejercicios, la situación de quiebra de la SAD. En definitiva, el zaragocismo necesita que se estudie minuciosamente toda la documentación financiera-contable de la SAD, para que pueda ser calificado el concurso. Pensando en la supervivencia de la entidad, se debe determinar la responsabilidad, si esta ha sido fortuita o culpable, y si es la ultima, se proceda a la inhabilitación de Agapito Iglesias. Para el Zaragocismo es culpable, para los clientes de la empresa, de los cuales, no olvidemos dependen los ingresos futuros y el plan de viabilidad, es culpable. No ha sido preguntado en encuestas de mercadotecnia, pero si ha salido a la calle a expresar su disconformidad por el producto ofrecido, y lo más importante, su nula confianza en la capacidad de gestión de los actuales rectores para que el Real Zaragoza sea viable.
¡AÚPA REAL ZARAGOZA SIEMPRE!
Movimiento Avispa